Saturan 60 mil migrantes frontera con EU

  • Unos 60 mil migrantes saturaron ayer la frontera para cruzar a EU, a horas de que expirara el Título 42, que permitió expulsiones exprés. Foto: AP

Cd. de México (Reforma).- En una carrera contra el tiempo, decenas de miles de migrantes -muchos llevando niños y hasta bebés de meses- se volcaron ayer en distintas ciudades fronterizas mexicanas para cruzar a Estados Unidos antes de que en el primer minuto de hoy expirara el denominado Título 42 y entraran en vigor medidas migratorias más duras.

Ayer en Matamoros, un grupo de migrantes buscaba asilo con sus hijos por delante. Foto: AP
Un migrante con su bebé en brazos trata de cruzar el río para llegar a Estados Unidos. Foto: AFP

Ríos de migrantes corrían en diversos puntos fronterizos. Era visible que la mayoría acudía con niños. Iban esperanzados en ser aceptados a unas horas de que Washington retomara las medidas vigentes antes de la pandemia y aferrados a que, conforme la política de Joe Biden de no separar familias, ingresaran con los menores.

“Estimamos que más de 60 mil migrantes están esperando alrededor del área fronteriza inmediata”, dijo Raul Ortiz, jefe de la Patrulla Fronteriza, en una entrevista ayer en El Paso.

“Nos enfocamos en asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para asignar recursos para abordar esos flujos”.

Ayer, desde la Casa Blanca, el Secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, reiteró que la frontera no está abierta, y recordó a los migrantes que, tras la conclusión del Título 42, las expulsiones continuarán bajo el Título 8, norma que conlleva consecuencias más severas por entrada ilegal, entre ellas una prohibición mínima de cinco años de reingreso y un posible proceso penal.

Los cruces de migrantes sin documentos se dispararon esta semana a más de 10 mil diarios y las unidades de la Patrulla Fronteriza ayer ya se encontraban rebasadas con alrededor de 28 mil personas bajo custodia.

El Gobierno de Estados Unidos, dijo Ortiz, esperaba ayer disuadir los cruces ilegales al deportar o retornar a aquellos que no califican para el asilo y al enjuiciar a aquellos que realicen varios intentos.

Bajo las nuevas normas impuestas por Biden será más difícil para los migrantes solicitar asilo, pues aquellos que hayan transitado por un tercer país sin pedirlo, estarán descartados.

También se descarta para aquellos que se presenten en la frontera sin tener una cita.

Se lanzan con niños al hombro

En las últimas horas del llamado Título 42, cientos de migrantes con sus familias y niños cruzaron ayer desesperados y de forma indocumentada por el Río Bravo de Matamoros a Brownsville, Texas.

De poco sirvieron las peticiones de agentes migratorios y rescatistas en México de no arriesgarse a cruzar por el afluente, ni el imponente despliegue de militares y agentes estadounidenses con alambres de púas de casi dos metros de alto. Tampoco que la Patrulla Fronteriza les advirtiera por altavoz de no cruzar, porque serían regresados.

Los migrantes se lanzaron al cauce ante el rumor de que, al expirar el Título 42, ya no podrán acceder al asilo en Estados Unidos.

Los migrantes, en su mayoría de Venezuela, Haití y algunos estados de México, se entregaron de inmediato a los agentes.

Las autoridades estadounidenses incluso compartieron imágenes de ayuda a niños y bebés.

Si bien la mayoría de los migrantes fueron devueltos a México horas después de cruzar, familias con niños sí lograron quedarse en Estados Unidos por razones humanitarias y ahora esperarán un proceso de asilo, que ante la saturación de las cortes puede llevar meses.

“Estamos huyendo de la pobreza, de la violencia que se vive en Venezuela”, dijo Alejandra antes de cruzar con su hija el río. “Creo que eso es suficiente para que se nos otorgue el asilo”.

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, más de 5 mil migrantes cruzaron por el río entre el lunes y el miércoles por esta zona fronteriza, generando escenas dramáticas que ayer se repitieron.

Un caso fue el de una pareja venezolana que contó que había viajado miles de kilómetros desde su país y antes de lanzarse al río tuvo un nuevo desafío: el temor de su hija de cuatro años.

“¡No quiero ahogarme!”, gritó la niña cuando intentaban que bajara a la orilla.

“Mi amor, está bien, sólo tenemos que meternos al agua y listo”, le dijo la madre entre lágrimas.

Francisco Ponce, coordinador de la Cruz Roja, intentó convencer al padre de no lanzarse al río, al recordar que tres migrantes se han ahogado en la última semana.

“Te lo digo, sinceramente, por favor espera”, dijo Ponce al padre de familia venezolano y le recomendó usar la aplicación de asilo en línea que tiene Estados Unidos.

Al final, la familia cruzó con un grupo de 300 migrantes que se entregaron del lado estadounidense.

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