
Las primeras discrepancias, acerca de la crucifixión de Jesús, iniciaron al principio de nuestra era y tienen que ver con la discusión misma de la naturaleza divina del Nazareno, es decir, si es Dios mismo, o sólo el Hijo de Dios. Foto: Reuters/Archivo
México, (Excelsior).- De acuerdo con la creencia de los cristianos, fue clavado en una cruz para resucitar al tercer día; según los Testigos de Jehová, el nazareno fue colgado o clavado a un madero, y no reconocen a la cruz como el símbolo de su fe
Aunque la mayoría de las iglesias como la católica, ortodoxa, anglicana o las denominaciones cristianas evangélicas tienen como dogma de fe que Jesús fue crucificado en el Monte del Gólgota, hay creencias que señalan que no fue clavado en la cruz, sino fijado a un madero.
Para los musulmanes, de acuerdo con El Corán, Isa Ibn Maryam (Jesús hijo de María) fue sustraído al cielo por Dios (Alá), antes de llegar al sitio de la crucifixión, pues el ser supremo no podía permitir la flagelación del alto profeta.
En la traducción de los Evangelios escritos en griego, en la Biblia del Nuevo Mundo, que utilizan los Testigos de Jehová, Jesús fue atado o clavado a un madero, además de que las enseñanzas de esta congregación religiosa dicen que el Nazareno no es Dios mismo, pero sí el Hijo de Dios.
Las primeras discrepancias, acerca de la crucifixión de Jesús, iniciaron al principio de nuestra era y tienen que ver con la discusión misma de la naturaleza divina del Nazareno, es decir, si es Dios mismo, o sólo el Hijo de Dios.
En el año 325 se realizó el Concilio de Nicea, primer concilio ecuménico universal, por orden de Constantino, primer emperador romano que se convirtió al cristianismo.
En dicho concilio se estableció el concepto de la Santísima Trinidad como dogma de fe, por el cual se definió que Dios existe en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo, o sea Jesús y el Espíritu Santo.
Desde aquellos tiempos, en el siglo IV, en Jerusalén, se tiene registro de las primeras celebraciones litúrgicas de la Pasión de Cristo, que eran jornadas dedicadas a la oración itinerante, la flagelación y la oración frente al madero de la cruz.
El dogma de la Santísima Trinidad lo comparten hoy católicos, ortodoxos, anglicanos y las distintas iglesias cristianas. De acuerdo con la creencia predominante en el cristianismo, Jesús fue crucificado y resucitó al tercer día.
Aunque estas denominaciones utilizan diferentes versiones de la Biblia, como por ejemplo La Biblia de Jerusalén, que usan los católicos, o la Biblia Reina-Valera, de uso común en las iglesias cristianas, coinciden en que Jesús fue crucificado.
Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: lugar de la Calavera. Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; más él no lo tomó. Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno. Era la hora tercera cuando le crucificaron”, dice el Evangelio de San Marcos (15:22-25).
JESÚS FUE FIJADO A UN MADERO
Los Testigos de Jehová en la traducción de la Biblia que utilizan, Biblia del Nuevo Mundo, establecen que Jesús no fue crucificado, sino fijado en un madero, y contrario a las demás denominaciones cristianas, los Testigos no reconocen a la cruz como el símbolo de su fe.
Así, en sus enseñanzas, los Testigos señalan que la Biblia usa los términos griegos “xýlon” o “staurós”, para referirse al madero donde Jesús fue atado. Estas palabras significan “madera”, “leño”, “estaca”, “palo” o “árbol”, por tanto, esta denominación religiosa enfatiza que Jesús no murió en una cruz.
En sentido general, un tipo de ejecución, siendo el caso de Jesucristo el más conocido (Luc. 24:20; Juan 19:14-16; Hech. 2:23, 36) En tiempos antiguos había la costumbre de fijar a la víctima a un madero, mientras estaba viva o también una vez muerta”, señalan los Testigos de Jehová en su página www.jw.org/es.
Si bien los Testigos reconocen la resurrección, la fecha significativa en su culto es la muerte de Jesús, que representa el máximo sacrificio del Hijo de Dios para limpiar los pecados del mundo. “El Mesías tenía que sufrir y morir para expiar, o quitar, los pecados del ser humano”. (Isaías 53:5; Daniel 9:24,26).
Este 2023, los Testigos de Jehová en 239 países celebraron la Conmemoración de la Muerte de Jesucristo la tarde-noche del pasado martes 4 de abril, siendo la fecha más importante de su calendario religioso.
A diferencia de católicos, ortodoxos y cristianos evangélicos, los Testigos de Jehová no reconocen a Jesús como Dios, pero sí como el Hijo de Dios, “persona que reina el Reino de Dios”.
NO FUE CRUCIFICADO
Los musulmanes, de acuerdo con el Corán, reconocen a Jesús como Isa Ibn Maryam (Jesús Hijo de María); lo consideran un gran profeta, pero a diferencia de las doctrinas cristianas, creen que no fue crucificado, sino que antes de llegar a la cruz fue sustraído por Dios al cielo.
Cuando Alá dijo: Jesús. Voy a llamarte a Mí, voy a elevarte a Mí, voy a librarte de los que no creen y poner, hasta el día de la resurrección, a los que te siguen por encima de los que no creen. Luego, volveréis a Mí y decidiré entre vosotros sobre aquello en que discrepabais” (El Corán, Sura 3:55).
El Corán menciona a Jesús 25 veces y explica que Jesús nació de la Virgen María (Sura 19:20-21) y es “muy honrado en este mundo y en el venidero” (Sura 3:45-47). Por eso se llama Jesús hijo de María.
El Corán también se refiere a Jesucristo como “Espíritu de Dios “el Mesías, alguien bendecido por Dios”, “Palabra de Dios” y “Profeta-Mensajero de Dios”.
Los musulmanes creen que Jesús fue un profeta a quien se le dio un mensaje especial, El Evangelio, para transmitirlo a todas las personas. Este mensaje confirmó lo que enseñó La Torá y predijo la venida del último profeta: Mahoma.
Al igual que en los Evangelios y el el libro de El Apocalipsis, en El Corán, se establece que Jesús regresará para el Juicio Final, como el profeta que precederá el fin de los tiempos.
LA CRUZ REPRESENTA NUESTRA FE
El sacerdote canónigo del Cabildo de la Catedral Metropolitana de la CDMX, Hugo Valdemar Romero, en entrevista con Excélsior, comentó que no hay lugar a discusión, la cruz es el símbolo universal del cristianismo y de la fe católica.
Debemos irnos a las fuentes, en este caso San Pablo, incluso dice: Nuestra única gloria es Jesús Crucificado y él habla en varias ocasiones de la cruz, yo no puedo gloriarme en otra cosa, dice Pablo, sino es en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo.
Cuando hablamos de adorar la cruz el Viernes Santo, no estamos hablando de un palo, estaríamos mal de la cabeza, hablamos de lo que él representa.
Representa ese inmenso amor de Jesús, que nos amó hasta el extremo, como dice San Juan: dio su vida por nosotros. La cruz pasa de ser un símbolo de muerte, a un signo de gloria y de vida, en lo que creemos los cristianos”, refirió el sacerdote católico.
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