
Cd. de México (Reforma).- Tras retrasarse una y otra vez la apertura de Ichkabal, el sitio prehispánico más antiguo y monumental del sur de Quintana Roo, operará previsiblemente en esta administración, impulsado por las obras del Tren Maya.
A finales de 2016, el gobierno del Estado suscribió un convenio con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mediante el cual la Federación otorgaría 11 millones de pesos, mientras Quintana Roo erogaría 200 mil pesos para esta zona, que abriría el primer semestre de 2017, se dijo entonces. (REFORMA 04/12/2016).
Aunque parte de esos recursos se destinarían a modernizar el camino de acceso a Ichkabal -de difícil tránsito-, la Auditoría Superior de la Federación determinó en 2017 un probable daño o perjuicio -o ambos- a la Hacienda Pública Federal, porque se pagaron 6 millones de pesos para un acceso vial que no fue ejecutado.
Desde entonces, los planes de apertura se aplazan de manera constante, un retraso atribuido a la falta de acuerdo con los ejidatarios de Bacalar, propietarios de la tierra, como han admitido tanto funcionarios del INAH, como las autoridades de Quintana Roo.
Consultado respecto al estatus jurídico de los terrenos en los que se extiende Ichkabal, el director del INAH en Quintana Roo, Margarito Molina, explicó en entrevista que las 108 hectáreas que abarca la poligonal del sitio prehispánico pertenecen al ejido de Bacalar.
“Los gobiernos municipal, estatal y federal determinarán cómo podríamos tener esta certeza (jurídica de la tierra) a partir de una negociación con el ejido de Bacalar“, respondió Molina.
¿Se tiene presupuesto asegurado para adquirir las tierras cuando se llegue a una negociación con los ejidatarios?
Seguramente; habrá que ver en qué términos se llega a la negociación con el ejido, pero ahorita estamos básicamente centrados en el presupuesto que tiene que ver con la conservación arqueológica, con la infraestructura, con la señalética y el equipamiento, y con una pequeña sala introductoria o interpretativa, un pequeño espacio museográfico -aunque no es un museo- pero sí una salita que dé información previa al visitante para conocer el sitio.
Sitio de prolongada ocupación
El pasado 20 de octubre, durante la conferencia matutina del Presidente de la República, el director del INAH, Diego Prieto informó que la apertura de Ichkabal se inscribe en el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el contexto de las obras del Tren Maya.
“Con mucho entusiasmo queremos compartir que, gracias al Promeza, próximamente se abrirá al público la extensa ciudad antigua de Ichkabal, municipio de Bacalar, importante urbe maya cuyo origen se remonta a más de 2 mil 400 años, que alcanzó su esplendor a mediados del primer milenio y se mantuvo vigente hasta el siglo 16 de nuestra era”, informó el INAH a través de un video transmitido durante la conferencia.
El antropólogo Molina destaca, como una de las características que distinguen al sitio, su prolongada ocupación.
“Es una zona arqueológica muy importante, debido a que es del preclásico terminal -sus monumentos y características así lo determinan- y abarca hasta el clásico temprano -del 100, 50 antes de nuestra era, hasta el 600 de nuestra era- sin embargo, también existe la hipótesis de arqueólogos como el difunto doctor Enrique Nalda, acerca de que Ichkabal todavía tenía población maya al momento de la llegada de los españoles, en el siglo 16, seguramente ya no ocupando los grandes monumentos administrativos o religiosos del sitio, pero los mayas, probablemente campesinos habitaban todavía en la periferia del sitio”, indica Molina.
Nalda intentó precisamente discernir qué tan intensa fue esa ocupación.
“Queremos saberlo y acabar de una vez con el mito famoso del colapso maya, ese colapso que supuestamente significa el abandono de los grandes centros ceremoniales, hacia finales del clásico, o sea hacia el año 900″, afirmaba Nalda. (REFORMA 04/06/2009)
La importancia de la zona radica, además, en que allí podrían encontrarse los orígenes de la poderosa dinastía Kaan, establecida en Dzibanché del año 450 al 620. Su predominio fue tal, que uno de sus miembros, Testigo del Cielo, conquistó Tikal, la gran ciudad ubicada en la región de Petén, en Guatemala.
“Algunos arqueólogos sostienen que la cuna de esa dinastía está en la Cuenca del Mirador, en Guatemala, cerca de la frontera con México. Nosotros creemos que no hay que irse tan lejos para encontrar ese origen. Para eso necesitábamos buscar el sitio mas grande de la región que tuviera un componente muy importante del preclásico superior y del clásico temprano. Este es el lugar“, consideraba Nalda.
Molina se muestra cauto al respecto: “Cerca de Ichkabal está ese sitio arqueológico más reciente, Dzibanché y Kinichná, donde se han encontrado elementos cerámicos y glifos que nos hablan de la presencia de la dinastía Kaan; por la cercanía geográfica pudiera tener relación esta dinastía con Ichkabal, pero no tenemos concretamente una referencia escrita, más que un glifo en una vasija, que nos pueda dar alguna certeza de la dinastía Kaan“, puntualiza.
La apertura de Ichkabal ya es una “promeza”.
Algunos datos de la zona
– Ichkabal se ubica a 24 kilómetros del Tramo 6 y a 20 kilómetros del Tramo 7 del Tren Maya.
-Por la magnitud, el volumen y la altura de sus principales edificios, Ichkabal puede compararse con el Mirador o El Tintal, en Guatemala.
-Por lo menos dos de sus monumentos superan los 45 metros de altura.
-Para la apertura de Ichkabal se prevén excavaciones, primero, en el área monumental, como parte de la más reciente temporada de investigación.
Tesoro escondido
La zona arqueológica maya de Ichkabal, que en español significa “Entre bajos”, se ubica en el municipio de Bacalar.
-Entre la selva espesa, el lugar se encuentra a unos 90 kilómetros de Chetumal, Quintana Roo.
-El INAH alista la apertura al público del sitio como parte de las obras del Tren Maya.
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