
Cd. de México (REFORMA).-La incertidumbre sobre cómo abordarán la bofetada de Will Smith en la próxima entrega del Óscar parece tener ya una respuesta: al parecer será parte del humor en la entrega.
“Lo vamos a reconocer, y luego vamos a pasar a otra cosa”, dijo la productora ejecutiva del Óscar, Molly McNearney, a los medios esta semana.
Los organizadores fueron criticados por permitirle a Smith continuar en el evento luego de la agresión, e incluso dejarle recibir su estatuilla al mejor actor.
Después se le prohibió asistir a la gala por una década, lo que significa que no presentará este año el premio a la mejor actriz, una tradición.
Por primera vez, un “equipo de crisis” estará tras bastidores para responder en caso de que ocurra algo fuera del guión.
“Hemos trabajado en la Convención del Partido Demócrata y en las ceremonias de toma de posesión de varios presidentes.
“Nosotros nos encargamos del entretenimiento; el Servicio Secreto, del resto”, dijo el productor de la gala, Glenn Weiss.
El objetivo de su equipo y del anfitrión, Jimmy Kimmel, es estrictamente “mantener la ceremonia entretenida”.
Sin embargo, gracias a la bofetada, los índices de audiencia mejoraron el año pasado luego de caídas récord, pero incluso así no llegaron ni cerca de los buenos números de los años 1990.
Este año, los organizadores esperan que nominaciones por películas taquilleras como Top Gun: Maverick y Avatar: El Camino del Agua atraigan espectadores de vuelta.
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