Banco Mundial espera desaceleración económica brusca en 2023

Washington DC, Estados Unidos(Reforma).- El crecimiento económico mundial puede caer hasta quedar “peligrosamente cerca” de la recesión en 2023, advirtió este martes el Banco Mundial (BM) al recortar sus previsiones por la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y la invasión rusa a Ucrania.

Para México, el BM prevé que crezca sólo 0.9 por ciento, en parte ante una perspectiva de crecimiento lento en Estados Unidos y la subida de tasas de interés.

Economistas advirtieron sobre una caída de la economía mundial mientras los países luchan contra el aumento de los costos y los bancos centrales suben simultáneamente las tasas de interés para enfriar la demanda, lo cual, su vez, empeora las condiciones financieras en medio de las perturbaciones provocadas por la guerra en Ucrania.

Las últimas previsiones del BM apuntan a una “desaceleración brusca y duradera”, con un crecimiento global de 1.7 por ciento, aproximadamente la mitad de lo previsto en junio, según el último informe “Perspectivas de la economía mundial“.

Este sería del ritmo más débil de crecimiento en casi tres décadas y sólo está opacado por la recesión inducida por la pandemia de 2020 y la crisis financiera mundial de 2008-2009.

“Dadas las frágiles condiciones económicas, cualquier nuevo acontecimiento adverso podría llevar a la economía mundial a la recesión”, según el BM.

Esos factores incluyen inflación mayor a la esperada, bruscos saltos de las tasas de interés para frenar los precios o un retorno de la pandemia.

“Sería la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década”, advirtió.

En economías avanzadas como la de Estados Unidos, el crecimiento se desacelerará probablemente hasta 0.5 por ciento en 2023, 1.9 puntos por debajo de las previsiones anteriores. Mientras tanto, se espera que la zona euro se estanque.

Para China se prevé un crecimiento de 4.3 por ciento este año, 0.9 puntos menos que lo calculado en junio.

Las perspectivas son “especialmente devastadoras para muchas de las economías más pobres, donde la reducción de la pobreza ya se ha detenido”, añadió el banco.

“Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un periodo de muchos años de crecimiento lento lastrado por la pesada carga de la deuda y la debilidad de la inversión“, advirtió el presidente del BM, David Malpass.

Aunque los bancos centrales, incluida la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), subieron los tipos de interés durante el último año para contener el alza de los precios, la carga para las economías “se agravará” a medida que las políticas surtan efecto, según el BM.

“Los tres principales motores del crecimiento mundial -Estados Unidos, la zona euro y China- pasan por una debilidad pronunciada, con repercusiones adversas para las economías de mercado emergentes y en desarrollo”, añadió el banco.

Por el momento, la inflación creció en ancas de la pandemia, las perturbaciones de la oferta y, en algunos casos, las depreciaciones de las divisas en relación con la fortaleza del dólar estadounidense.

Aunque se espera que disminuya, la inflación seguirá por encima de las tasas anteriores a la pandemia, según el Banco.

El lento y débil crecimiento no marca todavía una recesión, dijo Ayhan Kose, director del grupo de investigación de Perspectivas del BM.

“A corto plazo, nos enfocamos en el riesgo de posibles tensiones financieras si los tipos de interés suben más en el mundo”, declaró.

Si esto ocurre y, además la inflación persiste, “podría desencadenarse una recesión mundial”, afirmó.

América Latina

En América Latina y el Caribe, el crecimiento caerá de 3.6 por ciento estimado en 2022 a 1.3 por ciento en 2023 (0.6 puntos porcentuales menos de lo previsto en junio), antes de recuperarse algo, hasta 2.4 por ciento en 2024.

La desaceleración en 2023 se explicará por “los esfuerzos de las autoridades monetarias de la región para contener la inflación y los efectos de contagio” de la caída del crecimiento global, señaló el BM.

La perspectiva de crecimiento lento en Estados Unidos y China reducirá la demanda de exportaciones regionales en 2023. También afectará la subida de las tasas de interés estadounidenses.

Los precios altos de las materias primas han sido una bendición para la región latinoamericana, pero se prevé que caigan durante los próximos dos años, excepto para algunos combustibles fósiles. El Banco Mundial pronostica asimismo una caída en el crecimiento de las exportaciones de la región, de una expansión de 5.9 por ciento en 2022 a 3.6 por ciento en 2023.

Las fuentes internas de crecimiento tampoco son boyantes. La inversión, que ejerce de motor, está alicaída, en parte por “la incertidumbre política interna en la mayoría de las economías más grandes”. Y el consumo se verá afectado porque los precios suben más rápido que los salarios en gran parte de la región.

En 2023 el BM prevé que Argentina crezca 2 por ciento, Brasil 0.8 por ciento, Bolivia 3.1 por ciento, Colombia 1.3 por ciento, Costa Rica 2.9 por ciento, República Dominicana 4.8 por ciento, Ecuador, Guatemala y Honduras 3.1 por ciento, Panamá 4.5 por ciento, Paraguay 5.2 por ciento, Perú 2.6 por ciento y Uruguay 2.7 por ciento.

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